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Capítulo 27.

Se volvió costumbre que el alfa pasara todas las noches en la habitación de Jimin, así que una mañana Jungkook despertó sintiendo unas manos sobre su mentón, abrió los ojos, miró hacia arriba encontrándose con los verdes del pequeño.

Inclinó su cabeza hacia atrás con cuidado, pues el cachorro estaba sobre su cabello.

Jaesung estaba sentado sobre la almohada con sus pies descansando en los hombros del alfa, mientras jugaba a poner sus dedos en los lunares de Jungkook.

—Papi... —habló sorprendido cuando notó los ojos azules del alfa.

—Pequeño travieso, ¿qué haces cariño? —pregunta con una sonrisa. Lo sujeta para levantarlo y sentarlo sobre su pecho.

Jaesung siguió pinchando los lunares que veía e hizo reír un poco al alfa, al escuchar la risa él lo imitaba.

Jaesung lo hizo de nuevo, esperando expectativa a que riera, abrió sus ojos observando detenidamente su boca.

—¿Te divierte hacerle cosquillas a papi, verdad cachorro? —Jungkook toma sus manitas para jugar con él.

Jimin aún estaba dormido, el día anterior se acostaron tarde, ya que Daebin y Jin se encargaron de promocionar sus postres y una paciente de las clínicas le encargó muchos panecillos para la fiesta de cumpleaños de su pequeña.

Ver a Jimin feliz, hacía feliz a su alfa, el omega estaba tan emocionado y orgulloso por su trabajo, le comentó que ahora él podría comprar algunas cosas necesarias para Jaesung.

—Bien, dejemos a mami descansar y vamos a preparar el desayuno, ¿te parece?

Jungkook se puso una camisa simple color blanco, se arregló un poco el cabello y esperaba a Jaesung que venía gateando muy despacio volteando a ver a su mami e ir con cuidado para no despertarlo.

Jungkook hizo una seña para que guardara silencio y él puso su dedo en sus labios —Shhh —sonríe cómplice.

Se encaminaron a la cocina y Jungkook sentó a Jaesung en su silla para iniciar —Bien pequeño, ¿te parece si hacemos unas galletas con chispas, algo de avena y fruta? O algunos huevos en salsa.

Jaesung aplaudió feliz cuando el alfa sacó los ingredientes para hacer las galletas. Recordó el pequeño mandil que Jin compró para el pequeño alfa y para Jimin, eran dos con los mismos diseños a juego.

Jungkook se colocó el de Jimin y le ajustó a Jaesung, el que le pertenecía atándolo en su cintura, el cachorro da pequeños golpes sobre su pancita y sonríe feliz.

Buscó la avena y la preparó para que se quedara reposando en la leche mientras él picaba la fruta y Jaesung la guardaba en un recipiente.

Jungkook jugaba con el cachorro, Jaesung comía pedacitos de fruta en escondidas y cuando el alfa lo atrapaba reía.

Al terminar preparó los tazones para todos, avena, banano, manzana, semillas de chía, y un poco de mantequilla de maní.

Levantó a Jaesung para sentarlo en el centro de la mesa, luego puso un poco de harina, azúcar, huevos y polvo de hornear.

—Y aquí los dos ingredientes secretos, Jae —se acercó al pequeño como si de un gran secreto se tratara.

El pequeño lo veía expectante esperando que el alfa terminara.

—Bien, el secreto para que esto sepa muy rico es un poco de vainilla y muchas chispas de chocolate, si dejas reposar la masa será mejor, ¿has visto a mami? —terminó preguntando cuando puso algunas chispas en la mezcla.

Jin entraba a la cocina amarrando su bata por la cintura, el sueño aún no se había despejado de su rostro, el cabello alborotado y se restregaba los ojos con sus manos echas puño.

—Tengo hambre Jungkook, aliméntame —demandó.

—Buenos días, Jin, ¿qué tal dormiste? —vira los ojos.

—Jae bonito, alfita precioso, ¿cómo amaneciste pequeño? —el omega dirige su atención al cachorro.

Jaesung le mostró una bolita de preparado a la que le estaba poniendo unas chispas de chocolate. Sus mejillas estaban rojizas.

—Estás cocinando, eso es magnífico, muero por probarlo —pica su nariz con cariño.

—Mami... —Jaesung habla mirando a la puerta, Jungkook le observa curioso.

El olor a libros y caramelo se sintió cuando Jimin entraba sonriente.

—Buenos días —fue a la mesa a tomar en brazos al cachorro que movía sus piernas, muy emocionado para ir con su mami, tenía el rostro con algunas manchas de harina—. Hola, mi bebé hermoso —besa sus mejillas empapándolo con su olor.

—Mami... —Jaesung le muestra la bolita de masa en sus manos.

—Eso es genial cariño, ya quiero probarlo —lo alza y su bebé va directo a su fuente de olor. Jungkook carraspea y le observa con una media sonrisa.

Jimin camina hasta el alfa que está recargado sobre el mueble de la cocina con una taza de café humeante en sus manos y una gran sonrisa en su rostro.

—Hola, alfa, buenos días —saluda con timidez.

—Hola, cariño, ¿cómo amaneció el omega más lindo de todos? —Jungkook besa su mejilla y hace un poco de cosquillas a Jaesung.

—Pues siendo ignorado magistralmente por mi mejor amigo y muriendo de hambre porque mi cuñado no me alimenta —Jin responde con risas enternecidas.

—Jin, querido buenos días —Jimin le sonríe volteando a verlo con Jaesung acostado en su pecho.

Jungkook dejó su taza sobre el mueble y recargó su barbilla sobre el hombro de Jimin para darle un beso en la mejilla y abrazarlo por la cintura.

Jin finge llorar —Son como una familia, no puedo con tanto.

Jungkook y Jimin sonríen, el alfa posa sus manos en los hombros de su omega y lo dirige al comedor —Tomen asiento, ya está todo listo.

—Gracias Kook, disculpa me sentía muy cansado —Jimin se dio vuelta para que el alfa lo abrazara de frente.

—Lo sé amor, no te preocupes, fue por eso que dejé que descansaras un poco más, ahora iré a terminar de cambiarme o se me hará tarde.

Jimin dejó al pequeño en su silla mientras él fue a prepararle algún aperitivo al alfa para que lo llevara a su trabajo.

Revisó las galletas para sacarlas del horno y dejarlas reposar para que estas se enfriaran.

Jin había empacado unos emparedados para los alfas con jugo natural de fresas, Jimin agregó algunas galletas para ambos.

Ahora el omega castaño estaba sentado acompañando al cachorro mientras este daba pequeños mordiscos a las galletas.

—Por eso Jae bonito, es importante acercar un pequeño recipiente con agua y azúcar a las abejitas que miramos en el suelo, dicen que cuando están así es porque están cansadas y necesitan hidratarse. No debemos pisarlas sino cuidarlas. Ellas son fundamentales para preservar la vida en el planeta, trabajan mucho para llevar el polen en sus pequeñas patitas, no debemos molestarlas a menos que venga un gran enjambre, entonces debes refugiarte en algún lugar o te pueden picar y es doloroso, créeme.

Jaesung prestaba mucha atención observando atento a Jin —Recuerdo que vi una película que se llamaba mi Primer Beso, era tan linda, pero no terminó bien porque estaban molestando a las abejitas. Una vez yo intenté ser apicultor, pero me picaron mucho, así que es mejor no acercarse a ellas cuando están trabajando...

Jaesung lo escuchaba con mucha atención, sus ojitos bien abiertos cuando Jin hacía un ademán referente al vuelo de ellas —¿Sabes cómo hacen las abejitas al volar, bebé? —pregunta.

Jaesung niega dando otra mordida a la galleta y Jimin sonríe.

Jin pone sus manos cerca su torso y las mueve rápidamente —Bzzzzzz, justo así, Jae ahora tú.

El cachorro sigue comiendo y le regala una sonrisa, Jin hace un puchero y se dirige a Jimin —¿Piensa que soy un tonto, verdad?

—No, Jae es muy vergonzoso.

—Oh es verdad —Jin dirige su atención al cachorro—. Vamos Jae, bzzzzz —le hace cosquillas en su pancita y él ríe arrugando su nariz—. Las abejitas son las que producen el único alimento que no caduca, hay que honrarlas Jae —Jin "vuela" a su alrededor haciéndolo reír.

Yongsun se acercó al pequeño besando su cabecita, saludó a Jimin y besó a su omega haciéndolo callar de inmediato.

—Hola, alfa bella —saluda con una gran sonrisa.

—Hola, amor, gracias por la comida.

—De nada cariño, oye Yongsun linda, ¿podrías traerme helado de vainilla o alguna hamburguesa con mucho queso? Por favor —pide batiendo las pestañas.

—Claro amor, no te preocupes, traeremos para todos —se agacha a la altura del vientre de Jin para despedirse de su pequeña o pequeño cachorro.

Los alfas salieron de casa, luego de despedirse de sus omegas. Jin dejó de ir a las clínicas, se negaba a dejar solo a Jimin y al pequeño alfa, así que se dedicaba a cuidar muy bien de sus plantas, acordaron que Nayeon traería cualquier comunicado urgente para que él lo revisara si así fuera necesario.

Jimin le pide ver unos segundos a Jaesung mientras él va a preparar la ducha para su bebé.

Jin dijo que saldría un poco al jardín, así que cubrió su cabeza con un sombrero de mimbre para protegerse del sol, Jaesung iba a su lado como siempre cuidándolo.

—Jae debo conseguir para ti uno de estos —baja llegando a su altura poniendo el sombrero sobre la cabeza del pequeño que cubrió sus ojos solo dejando ver su boca.

Jaesung se rió inclinado su cabeza hacia atrás para poder ver mejor —Eres una ternura, Jae.

Jin se sentó sobre un pequeño banco para limpiar la maleza de las macetas, Jaesung llegó su lado viendo su vientre.

—¿Qué sucede alfita?

Jaesung apuntó a su estómago.

—Aquí está mi pequeño bichito, es mi pequeño retoño —acarició su vientre.

El cachorro se acercó sobándole el vientre, pero se alejó sorprendido por algo que Jin no comprendió.

—No te preocupes, Jae, no pasa nada.

El cachorro intentó acercarse para acariciarlo de nuevo, sonrió viendo a Jin aplaudiendo.

—Jae, tu baño está listo bebé —Jimin llega junto al pequeño.

Jimin vio con ternura a Jin mientras este acariciaba su estómago.

—Es una linda sensación, ¿no? —pregunta haciéndole cariños a su cachorro que estaba abrazado a sus piernas.

—Me voy a volver loco, Jimin en ocasiones se me olvida que estoy embarazado —se calló de repente—. ¿Escuchas eso? —preguntó viendo a los lados—. Ricitos, el bichito, quiere pastel.

Jimin sonrió negando con la cabeza, vio a Jaesung tomando más hojas secas, le encanta coleccionarlas, el ojiverde se acerca a la altura del estómago de su amigo para hablar.

—Hola, pequeño retoño, lamento decirte que me han prohibido darle tanto pastel a tu mami, así que es mejor que se te antojen unos pepinos o zanahorias —terminó de decir dejando un casto beso sobre la piel blanca de su amigo.

—Yongsun me las pagará —Jin se cruza de brazos con el ceño fruncido.

Jimin fue con su bebé que estaba sentado con las piernas encogidas dejando pasar unas hormigas con pequeños trozos de hojas sobre su espalda, las observaba curioso cuidando que nada les pasara, él tenía una enorme hoja en manos para cubrirlas del sol. Jaesung observó a su mami y luego le mostró emocionado a los insectos.

—Son hormigas cariño, son muy lindas y mira como trabajan en equipo para llevar comida a sus amigos, ¿es asombroso, no?

Jaesung esperó que la última hormiga llegara a su destino, estiró sus manos en dirección de su mami y el omega lo alzó, Jaesung lo abrazó dando palmadas en su espalda, besó su rostro y se ocultó en su cuello.

Se encaminaron al baño, le quitó toda la ropa y lo sentó sobre una bañera especial para bebés.

El cachorro chapoteaba el agua tratando de soplar burbujas con su saliva, Jimin enjabonaba su rubia cabellera y Jaesung hacía ruidos extraños con su boca y jugaba con algunos juguetes que Jungkook le compró.

—Por Saturno Jae, mira qué grande estás pequeño —halagó pinchando su nariz.

—Mami, ¿papi?

—Ya vendrá cachorro, no tardará en llegar, iremos a prepararle unos helados y los comeremos por la tarde, ¿qué te parece? —Jaesung aplaudió, emocionado, era muy inteligente.

Terminó de enjuagar su cuerpo y lo envolvió en una toalla dándole forma de taco, Jimin le sonrió al ver únicamente su rostro salir de la tela, lo sentó en la cama donde su ropa ya estaba lista, besó sus mejillas y lo observó, sus ojos se cristalizaron.

Jaesung al verlo ladeó el rostro dejando ver un muy pronunciado puchero, sus ojos se aguaron al igual que los de su madre —¿Mami?

—Estoy bien, cariño, no llores. Estoy feliz, es todo, mami está feliz —besa su frente y Jaesung cierra los ojos dejando rodar sus lágrimas. Jimin lo abraza y le da la calidez de madre, besa sus mejillas y le calma, demostrando con su aroma que todo estaba bien.

Unos instantes después, Jimin se incorpora —Bien pequeño, es hora de cambiarte.

Pasó un poco de crema corporal, no le gustaba perfumarlo porque su cachorro aún conservaba ese olor característico de los bebés.

Lo vistió con unas bermudas y una playera sin mangas, puso protección solar y aseguró sus zapatos.

Salieron a la cocina para preparar los helados de fruta para recibir a los alfas.

Jimin estaba muy orgulloso, pues con la paga que recibió de los panecillos que vendió pudo comprar algunas cosas para Jaesung, le regaló un pastel a Jin como agradecimiento prometiendo que cuando ganara más ayudaría con gastos de la casa.

Yongsun llamó informando que no se preparara nada para comer, pues ella llevaría algo de lo que su omega pidió.

Esa noche Yoongi, Hoseok y Solji estaban invitados a cenar con ellos, Jimin tenía el deseo de ver a su amigo omega y Jaesung ha preguntado un par de veces por la alfa.

Los alfas llegaron y fueron a buscar a sus omegas, Yongsun fue directo al jardín a buscar a Jin.

Jungkook siguió el olor de Jimin que lo llevó hasta la cocina, al llegar encontró al omega agachado en el piso mirando a todos lados.

—Jimin, ¿qué haces amor? —pregunta viendo al omega que estaba gateando por el piso.

—Hola, Jungkook, busco a Jae —responde limpiándose las rodillas—. Estamos jugando a las escondidas, pero no lo encuentro —esboza una pequeña sonrisa indicando donde estaba el escondite del pequeño alfa.

Jungkook se acercó a Jimin para abrazarlo y besar sus labios.

—Jae es muy bueno jugando a las escondidas, cariño, tardarás mucho tiempo para encontrarlo.

—¿Tú crees, alfa? —Jimin sonríe, cómplice.

—Claro que sí, a decir verdad, ya lo extraño y me gustaría mucho un abrazo suyo.

Jaesung asomaba la cabeza detrás de unos estantes, salió corriendo cuando se encontró con la mirada de Jungkook.

—Papi... —grita emocionado.

El alfa lo alzó en los aires —Hola, cachorro, ¿cuidaste bien a mami?

Jaesung le regaló una sonrisa asintiendo con la cabeza.

—Eso es Jae, ese es mi cachorro —Jungkook felicita.

Jaesung extiende sus manos pidiendo ir con Jimin quien lo recibió muy feliz, Jungkook fue a cambiarse de ropa.

Yongsun y Jin entraron a la cocina, la alfa saludó a Jaesung haciéndole unas cosquillas y besó sus mejillas para luego ir a cambiarse, Jin y Jimin se encargaron de arreglar la mesa, al final los hermanos llevaron comida china.

Al terminar la comida, Jungkook lleva a Jaesung al jardín mientras Jimin aprovechaba el tiempo de doblar y acomodar la ropa limpia de su bebé.

Al pasar el rato, Jimin escucha la risa de su pequeño y sus pasitos que iban acercándose.

Entró a la habitación con unos narcisos azules en su mano, cuando vio a su mami gritó.

—Mami lino. Mami lino.

Se abrazó a sus piernas recargando su barbilla en ellas y verlo —Mami...

—¿Qué dices Jae? —pregunta acariciándole el cabello.

—Mami lino —Jimin sonríe enternecido, observa a Jungkook.

—Dice mami lindo, practicamos para que se animara a decirlo, le aseguré que a ti te encantaría —el alfa estaba parado en el marco de la puerta con las manos cruzadas.

—Claro que me encanta cielo —lo cargó abrazándolo—. Muchas gracias, bebé, te amo.

¡Su pequeño le dijo lindo!

Tenía tantas ganas de llorar, pero ahora era de felicidad plena y cuando Jaesung vio a su mami a punto de llorar hizo un puchero intentando limpiar sus ojos.

—No amor, no te preocupes, estoy feliz —besó su mejilla.

Jungkook se acercó uniéndose al lindo momento —Espero te gusten los narcisos amor, los vi y de inmediato pensé en ti, son muy hermosos.

—Son perfectos, Kook, gracias, en realidad son mis favoritas —sonríe agradecido.

—Mami lino —Jaesung terminó diciendo acurrucándose en el pecho de Jimin.

El rato pasó y Yoongi llegó junto a Hoseok y Solji, el pequeño se emocionó cuando vio a la alfa entrar dejándose ir en sus brazos.

—¿Qué estás tramando Yoongi? —preguntó Jin con un trozo de pastel de chocolate en manos, observaba inquisitivamente al alfa.

—Nada Jin, es solo que le traje un pequeño regalo a Jaesung —habló dejando la enorme caja.

El omega abrió y achicó los ojos —Ni lo intentes Yoongi, yo soy el tío favorito.

El alfa sonrió con maldad —Eso ya lo veremos.

Jin le vio de pies a cabeza y se dio la vuelta riendo para ir a informar a Jimin.

El obsequio fue una linda cuna que se transformaba en cama, algunos juguetes y mucha más ropa.

Jimin estaba tan agradecido por el cariño, Yoongi era un gran amigo, así que se acercó y por primera vez le abrazó regalando una gran sonrisa.

—Gracias, Yoongi —el ojiverde agradece y luego abraza con mucho cariño a Hoseok.

—De nada Jimin, sabes que siempre tendrás mi apoyo y ese pequeño se ha robado nuestros corazones.

El alfa estaba todo el tiempo tomando de la mano a Hoseok hasta que Jin fue por él reclamando al alfa que le compartiera un poco a su amigo.

—¿Están saliendo, no es cierto Hoseok? Y ni te atrevas a mentirme porque tengo un radar especial —canturreó el omega.

—Pidió cortejarme, me ha llevado rosas rojas desde que inició, Yoongi es tan tierno y dulce —responde emocionado.

—Es un gran alfa Hoseok, ustedes se conectaron desde que se vieron, Yoongi es algo tímido y no sé de cuanta de las cosas.

—Lo sé, creo que yo fui el que dio el primer paso —sonríe algo sonrojado al notar que el alfa lo veía con una linda sonrisa.

Jimin estaba sentado junto a Solji con Jaesung adormilado en brazos mientras la alfa le contaba con un poco más de detalle como había sido convivir con el pequeño cachorro.

—Será un alfa muy tierno, tiene un gran corazón y es tan protector, es rudo pero tan suave al mismo tiempo —la alfa mayor halaga.

—Lo sé Solji y esto también es gracias a ti, tú lo cuidaste tan bien, fuiste como una mamá para él y aprecio todo lo que hiciste por mi pequeño.

—Ya te dije que para mí fue todo un placer, es un pequeño tesoro el que tienes en brazos, tienes mucha suerte y eres tan afortunado, no cualquiera tiene estas oportunidades.

Jimin acomodó a su pequeño en brazos, besó su cabeza sonriendo por las lindas palabras que la alfa le decía.

Al otro lado de la habitación se encontraban Jungkook, Yongsun y Yoongi, conversaban de ciertos planes que tenían en mente.

—Muy bien, Yoongi nos alegramos mucho por ti amigo —Jungkook palmeó su espalda luego de felicitarlo.

—Así es Yoongi, se nota que Hoseok es un gran omega y por la forma en que te mira se puede saber que tiene un gran afecto por ti —Yongsun sonrió.

—Yo pensé que era por esto del rescate y que quizás todo era una confusión, pero en realidad mi alfa rugió desde que lo vi aquel día —responde el alfa de ojos color café.

—Eso es todo, no necesitas más —Yongsun terminó diciendo.

Jungkook se acomodó en el sillón tomando la palabra.

—Chicos, yo necesito su ayuda, el cortejo con Jimin es estupendo, tengo tanta suerte —volteó a todos lados esperando el regaño de Jin, pero no se preocupó cuando lo divisó comiendo muy entretenido con la porción de pastel de su alfa.

—Lo sabemos Jungkook, tus regalos han sido muy tiernos y significativos y el que incluyas a Jae es aún más perfecto —su hermana se acercó más a él.

—Tengo algunas ideas, pero necesito saber o que me ayuden a elegir cuál es la mejor.

—Escuchamos amigo, cuenta con nosotros, además tú me ayudarás para el final de mi cortejo igual —Yoongi anima.

Jungkook les contó sobre lo que tenía planeado hacer, el alfa estructuró muy bien el plan, estaba tan seguro de esto que se emocionaba solo con hablarlo.

Cuando todos se fueron dejaron la caja de ensamblaje, obsequio de Yoongi dentro de la habitación. Jimin cambió a Jaesung poniéndole su pijama con algunas lunas y estrellas blancas en el pequeño traje celeste.

Jimin buscó una playera floja, su excusa era que no le gustaba dormir con prendas apretadas.

No le sorprendió ver ropa de Jungkook junto a la suya, cada día aparecían cosas de su alfa entre las de él, a ninguno le molestaba eso, así que ellos simplemente lo dejaron pasar.

Jimin tomó una playera de Jungkook sin diseño, cerró los ojos apreciando el tranquilizante olor del alfa.

Se la puso y al darse la vuelta notó a su pequeño alfa acurrucado en el rincón de la cama, así que él dormiría al medio y Jungkook en la orilla.

El ambiente era tan suave que parecía irreal.

Se acomodó y arropó bien a su cachorro, por momentos caía en el pensamiento de no creer que todo esto estuviera pasando.

Jungkook se asomó listo para ir a la cama, caminó para recostarse al lado de su omega, sus rizos pasándolos detrás de su oreja y besó su frente.

—¿Qué pasa amor?

—Nada Kook —se abrazó al alfa—. Es solo que en ocasiones siento que en cualquier momento voy a despertar de este sueño y todo será como antes.

—Yo estoy aquí Jimin y Jae también —le susurra mientras peinaba su cabello.

—No te vayas de mi lado, alfa —se aferra con fuerza a él.

Jungkook lo arrulló en sus brazos —Nunca cariño, nunca me apartaré de ti.

Jimin besó el pecho del alfa y este solo suspira dejando que el sentimiento le recorriera el cuerpo.

El olor de Jungkook calmó a Jimin haciéndolo dormir de inmediato, así que solo tomó las cobijas y lo cubrió hasta los hombros.

Dio un vistazo a Jaesung, el pequeño de nuevo dormía con el dedo en la boca, su respiración era tranquila y profunda.

Regresó la vista a Jimin.

—Te quiero tanto omega, que he llegado a pensar que en realidad te amo. No creí que fuera capaz de amar en tan poco tiempo —habló en susurros cerrando sus ojos.

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